martes, 18 de septiembre de 2018

Tiempos de Swing

Abriré este blog con "Tiempos de Swing",  de la autora británica Zadie Smith, uno de esos libros que yo calificaría como novedad editorial avalada por la crítica. No obstante, no suele ser este el criterio que más utilizo a la hora de decantarme por un libro u otro, en este caso mi elección se basó en el hecho de que una de mis compañeras estuvo enfrascadísima en su lectura durante varios días de verano, de esos en los que los biblitotecarios agradecemos aburrirnos para reencontrarnos con nuestro objeto de deseo. A continuación os dejo la reseña:

Autor: Smith, Zadie (1975-)
Título: Tiempos de swing; traducción del inglés de Eugenia Vázquez Nacarino
Editorial: Salamadra, 2017
Páginas: 430 p.

Este es el resumen oficial o sinopsis que encontrareis en la web de la editorial:

Hijas de matrimonios mixtos, Tracey y la narradora se conocen desde la infancia, son amigas íntimas y comparten el sueño de llegar a ser algún día bailarinas. Sin embargo, su entorno familiar tiende a separarlas: el padre de Tracey está en prisión y su madre la colma de regalos y caprichos, mientras que en casa de la narradora se valoran el esfuerzo y la superación personales, urgida por una madre estricta y solícita. Así pues, a medida que las dos chicas emprenden sus propios caminos, las sutiles diferencias de clase y raza van minando todos los vínculos de confianza y lealtad forjados en la niñez.


Las reflexiones y disertaciones de Criska World sobre "Tiempos de Swing"

Cómo los más observadores habrán notado en el resumen, se menciona a una tal Tracey y a la enigmática narradora. He ahí el primer punto que me gustaría destacar: ese obviar el nombre propio de la protagonista no es un capricho de la persona que ideó la reseña, sino algo que caracteriza plenamente a la historia. Zadie Smith opta por la narración en primera persona, como un hilo en el pensamiento de una mujer anónima que recuerda sus años mozos, empezando desde su infancia ochentera hasta llegar a la última etapa de su juventud (porque, sí, queridos milleniars, defiendo a capa y espada que la treintena en su totalidad entra dentro de los coletazos de la juventud). 

El hecho de que el lector desconozca en todo momento la identidad de protagonista hace que ella, por sí misma, se convierta en un icono o una especie de símbolo que define a un tipo de mujer muy concreto: nacida en un barrio obrero, orgullo de una familia de clase baja por ser la primera universitaria, una mujer trabajadora, moderna, cosmopolita y... mulata. Creo no equivocarme al haber elegido los rasgos que, para mí, mejor definen al personaje; con ello, la autora deja a su lector miguitas de pan que ahondan en varios temas que dan para llenar páginas: el género, la clase, la educación y la raza. Intentaré desgranar mis reflexiones a continuación.

El género. Ésta es una historia "de" mujeres y "sobre" ellas (no confundir la preposición, no la definiría ni de lejos como una historia "para" mujeres). Smith explora la relación que se establece entre Tracey y la narradora, asomándose a sus primeros sueños y anhelos, su entorno familiar, sus decisiones, carreras profesionales... todo aquello que puede definir hoy en día a una mujer. En el discurrir de la novela he detectado una moraleja tan real como irritante: la mujer que se vuelca totalmente en su vida profesional renuncia a su vida sentimental y familiar. En Tiempos de Swing sólo las muy privilegiadas se pueden dar el lujo de compaginar la maternidad con una rutilante carrera profesional, el resto de las mortales tenemos que elegir y haciendo enormes sacrificios: o ser madres o profesionales.

La clase. La clase social no se concibe una categoría cerrada e inamovible. El ser de clase baja no nos condena necesariamente a permanecer indefinidamente en el gueto, como nos demuestra la madre de la narradora quien, a pesar de su origen extremadamente humilde, emigrante jamaicana, consigue hacerse un hueco en las esferas más altas de la sociedad a partir del trabajo duro y la superación personal. No obstante, al observar como la vida de las dos protagonistas divergen a medida que crecen, existe una lectura agridulce, pues si bien la narradora consigue desvincularse de ese ambiente de barrio que la vio crecer, la trayectoria de Tracy y su familia nos dice que si naces en un ambiente marginal, tienes muchas más papeletas de quedarte atrapada. Ahora bien, hay una tercera clave para conseguir el éxito independientemente de nuestra condición social y que me lleva al tercer punto: la educación. Esta es la verdadera brecha que se percibe desde el principio de la historia entre las dos niñas, y no  hablo de la educación que nos dan en el cole, sino una más profunda que parte de la familia, relacionada con la ética, el esfuerzo, el trabajo duro y los valores personales. No os engañaré que para Zadie Smith el factor suerte a veces marca nuestro camino.

La raza. Zadie Smith es de madre jamaicana y padre británico, por lo que en estas páginas imagino que se filtra parte de su experiencia vital. Ambas protagonistas, Tracey y la narradora, son hijas de matrimonios mixtos y eso es, precisamente, lo primero que las une desde la infancia: la sensación de no encajar bien. La protagonista se afana en buscar una identidad que la defina, con un padre blanco extremadamente atento y cariñoso pero falto de ambición, sin interés por sus raíces, y una madre negra, firme, recta y algo despegada, a la que la maternidad no le vino demasiado bien para alcanzar sus metas profesionales, militante incansable por las minorías y empeñada en transmitir a su hija su pasado antillano. Conforme avanza la historia la protagonista, acuciada quizás por la relación que establece con África, termina por definirse consciente y plenamente como negra. Busca sus raíces como descendiente de esclavos, algo que sin duda alguna resulta más emocionante y peliculero que ser simplemente descendiente de un empleado del servicio de correos londinense, de perfil bajo, blanco y aficionado a los petas. En todo caso, a pesar de que el tema me resultó interesante, me cuesta empatizar con el personaje (soy castellana hasta mis tatarabuelos y mis dos progenitores tienen un perfil a priori, y con todos mis respetos a mis amados padres, poco interesante desde el punto de vista literario, sin emigración ni desestructuración familiar de por medio).

Algo que no me ha gustado de la novela: el personaje de Amee, la super estrella del pop que por avatares del destino marca la vida de la protagonista. Hay algo inconsciente que me dice que es un personaje forzado, no me encaja a pesar de ser una pieza angular de la narración. Es como si la autora se hubiese empeñado en meterlo con calzador, y no es sólo porque me haya resultado antipático, que también, sino porque me da la impresión de que no fluye en la historia de la misma manera que el resto. Quizás cobra todo su sentido al final, cuando el lector se da cuenta de que las divinidades, aunque nos pueda parecer que se ponen a nuestro nivel, nunca lo están.

Conclusión, que ya notará el lector que me enrollo como las persianas, es un libro que se deja leer, no como uno de esas historias extremadamente fáciles y rápidas que se precipitan como un guión de cine, pero está bien estructurado y escrito, con un fondo y unos personajes interesantes, a veces densos. Es una buena novela para buenos lectores, de esos a los que les gusta indagar más allá de la novela histórica o el bet seller (géneros ambos respetables, que no sólo de profundidad vive el hombre)

¿A quien recomendaría especialmente este libro? A esa generación que vivió o nació en esa maravillosa década de los ochenta, porque entenderán muchos aspectos a pesar de no haber nacido en una barriada londinense; a los interesados en temas de raza y género, que seguro que conocen a autoras como la nigeriana Chimamanda Adichie Ngozi  (maravillosa, os recomiendo encarecidamente su libro "Americanah") o la cubana Wendy Guerra.

Tiempos de Swing es título que engaña, no es una simple historia sobre baile y bailarines, aunque es maravilloso como, a través del amor de la protagonista por la danza, recuerdan la época clásica de Fred Astaire y Ginger Rogers; Tiempos de Swing es una novela compacta y madura, de raza.


2 comentarios:

  1. Mmmm tengo este libro en mi mesilla desde hace casi 4 meses jiji tus palabras me han puesto los dientes largos.

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  2. Una crítica maravillosa del libro, la has afilada y clavado tanto, que he descubierto detalles que había pasado por alto y en los que no profundicé cuando lo leí. A mi me gusto mucho, pero el final me desconcerto muchísimo... hasta aquí puedo leer.
    Deseando leer la próxima entrada!!

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