martes, 9 de octubre de 2018

American Gods

Como ya adelanté, este blog pretende tocar un amplio abanico de géneros, por ello, con el permiso de Zadie Smith, si su novela Tiempos de Swing constituye la cal, el libro de esta entrada es sin duda la arena: American Gods, de otro británico, Neil Gaiman.

Antes de meterme de lleno a comentar mis impresiones sobre la novela me parece de obligado cumplimiento hablar brevemente de su autor, dándole al lector una idea sobre por donde van a ir los tiros. Para muchos el nombre de Neil Gaiman os será completamente desconocido, pero habéis de saber que este señor cuenta actualmente con una legión de fieles que lo han erigido en un autor de culto dentro del género fantástico y de terror (personalmente creo representa más lo primero que lo segundo). Que me perdonen las mencionadas legiones si me atrevo a hacer la siguiente comparativa para ilustrar su obra ante los neófitos: Gaiman es el Tim Burton de las letras, sus cuentos y novelas siempre están imbuídas de un ambiente y una serie de temas recurrentes que se unen para crear su extraño y fantástico universo personal. También ha tocado el terreno de la novela gráfica (es decir, algo tan "poco serio" como el cómic), de hecho se hizo conocido en los años 80 gracias a la saga de Sandman, de la que me reconozco seguidora. Sí amigos, me habéis pillado: hay una friki en mí... Hay una friki en mí... (la frase hay que imaginarla acompañada de la música de Toy Story para completar la imagen).

Sin más dilación, paso con lo que nos ocupa: 
                                                               

Autor: Neil Gaiman (1960 - )
Título: American Gods
Editorial: Roca Editorial
Páginas: 560

A continuación, transcribo la sinopsis que puede hallarse en la presente edición: 

La vida en la cárcel es dura. Pero siempre queda el rayo de esperanza si sabes que, a la salida, te espera una mujer que te ama, un amigo que te quiere, un trabajo... Todo eso es lo que quiere Sombra, que está a punto de salir de la cárcel. Pero días antes de salir le comunican que su mujer y su mejor amigo han muerto en un accidente de coche. Entonces, contratado por un extraño anciano  experto en timos y estafas que responde al nombre de Wednesday, Sombra empieza un interminable viaje a lo largo y ancho de Norteamérica perseguido por el espíritu de su esposa, en el que descubre el límite entre lo humano y lo divino, y que las reglas que rigen el mundo de los hombres no son las mismas con las que los dioses conducen el mundo.

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¿Qué ocurre cuando los hombres dejan de creer en los dioses que ellos mismos han creado y empiezan a sustituirlos por otros nuevos? Ésta es la pregunta de la que pudo surgir el germen de toda la historia. Los hombres, desde el principio de los tiempos, sintieron la necesidad de crear dioses que dieran respuesta tanto a los fenómenos naturales como al propio devenir de la existencia, o la ausencia de ésta, pero en un mundo en el que la física explica el rayo y los bosques han sido abandonados y maltratados, el hombre empieza a adorar a nuevos dioses: la tecnología, la televisión o el dinero. Da que pensar ¿no? 

En ésta novela, sin la atención de los hombres, los dioses antiguos sobreviven como pueden. Sólo de la viva imaginación de Gaiman podía surgir un duende irlandés convertido en yonki politoxicómano, una funeraria regentada por dioses del antiguo Egipto, un genio del panteón hindú ocupado en conducir un taxi neoyorkino  o una vetusta diosa del amor dedicada a la prostitución. Suficiente para llamar la atención de uno de los nuevos dioses que denuncia Gaiman: la televisión. De tanto ingrediente junto, el año pasado surgió una serie basada en la novela que nos ocupa. Aún así confío en que el lector siga adorando al antiguo dios del papel impreso y decida coger primero el libro (soy una romántica, qué se le va a hacer...).

Si ésta lucha planteada por el autor trasciende irónicamente incluso a sus páginas, ¿qué pueden hacer las deidades tradicionales sino enfrentarse a las nuevas? Es ahí donde entra el protagonista, Sombra, perfilado como un tipo taciturno, simple y con pocas luces que poco a poco se irá ganando al lector porque en esta historia nada es lo que parece. Sombra ayudará a Wednesday en su cruzada, quien pronto se revelará como el líder de los dioses antiguos, y es que detrás de la identidad de viejo perro timador se encuentra el mismísimo Odín. Juntos emprenderán un largo viaje de reclutamiento en el que se mezcla el folclore tradicional estadounidense con pinceladas de sagas mitológicas tanto occidentales como orientales. Alabaré por ello la labor documental, que, a mi juicio, demuestra un buen conocimiento y respeto por los mitos y leyendas que filtra con maestría en su novela dando lugar a un peculiar realismo mágico en el que dioses y hombres convivirán en un mundo de locos.

Como ya sabrá el lector, toda buena historia tiene sus protagonistas, que en este caso no responden necesariamente a la categoría absoluta de "los buenos", pero también necesita un buen antagonista; en American Gods este papel lo desempeñará el Sr. Mundo, empeñado en destruir al antiguo panteón ayudado por una suerte de sicarios al mas puro estilo "men in black". Esta clase o tipo de "malo" es muy propio del imaginario de Gaiman, quien creo que, al igual que yo, nunca pudo olvidar a los hombres grises que creó Michael Ende en su genial Momo.

No obstante, si bien tanto la idea como su manera de plantearla me sedujeron desde el principio, en ese viaje a lo largo y ancho de norteamérica la historia llegó a parecerme en ocasiones tan errática como sus personajes. Llegué a tener la sensación de que Gaiman no tenía del todo claro a dónde quería llegar y la novela era una sucesión de cuadros que no terminaban de estar completamente cohesionados. Aún así la cosa no fue, ni mucho menos, tan grave como para no terminar el libro o poder decir que no me ha gustado, pero reconozco que estoy un pelín decepcionada porque para los seguidores de Gaiman, American Gods es su biblia. Reconozco que me han gustado más otras lecturas, véase el ya mencionado Sandman o sobre todo su libro infantil más conocido: Los mundos de Coraline, que también cuenta con su propia versión de animación.

No puedo tampoco dejar de mencionar el hecho de que para mí el trasfondo de la historia encierra un gran zasca a la sociedad de consumo norteamericana; de hecho, a lo largo de toda la novela diferentes personajes repiten la misma frase "América no es un país para dioses". El propio autor confiesa en el prólogo que el libro surgió paralelamente a su llegada a los Estados Unidos, tras el primer choque cultural que supuso para él dejar el Viejo Mundo, Inglaterra, para adentrarse en el Nuevo. Gaiman nos plantea una lucha entre los valores antiguos y los nuevos, encarnados por la vieja Europa y los jóvenes Estados Unidos de América, respectivamente.

Una última mención al personaje de la difunta mujer de Sombra que, como una especie d macabro y tierno zombi protector, cuida del protagonista durante todo su viaje. Imposible no acordarnos de la Novia Cadáver de Tim Burton, aunque lejos de copiar, Gaiman más bien parece inspirarse y transformar los elementos para que todo encaje en su universo particular.

¿Quién es el lector indicado para esta original novela? Ese joven devora libros de viva imaginación y algo excéntrico a ojos de sus compañeros; el adulto sin complejos que se haya asomado alguna vez a la ciencia ficción para disfrutar igual que durante su infancia, mientras leía bajo las sábanas La historia Interminable o los cómics de Marvel; el fan de Terry Prachett y su loco Mundodisco; cualquiera que, en fin, solo intente desconectar de su día a día buscando una historia lo más alejada posible a su rutina. Totalmente contraindicado para realistas compulsivos, aficionados a la biografía, el ensayo o lectores unidireccionales de las más crudas historias basadas en hechos reales, novela negra descarnada o relatos de la vida cotidiana; no apto para todos aquellos que creen que Juego de tronos es el título del catálogo de otoño-invierno de Porcelanosa o Roca. Aún así, a todos ellos les animo a poner un Gaiman en su vida, igual hasta les sorprende...

6 comentarios:

  1. Yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay!!! ¡¡Mi libro favorito!!¡¡Mi escritor favorito!! Inmejorable elección para una segunda entrada, compañera :D

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  3. No, si al final me lo tendré que leer .... .... .... :p

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Muy buena tu nueva entrada del blog!! La he leído con miedo a spoilers ya que está en mi lista desde hace tiempo, pero siempre le adelantan por derecha e izquierda... Ahora, al menos, prometo no dejar que tantos candidatos le sigan pasando sin piedad ;)

    - Lo de escribir desde el móvil es un riesgo para las faltas de ortografía, de ahí mi comentario eliminado -

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    1. Gracias Boni! Siempre intento tener mucho cuidado con los spoilers porque la línea es muy fina. Quedas perdonado por las faltas, sobre todo por haberte dado cuenta a tiempo, jajaja. Gracias de nuevo por seguir el blog.

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